FUSIONES A Colombia la ‘toca’ una europea
Por: Angela Maria Calderon
Especial para EL NUEVO SIGLO
TALENTO. Nathalie Gampert es una suiza que se hizo colombiana de corazón, y una bajista excepcional que además de interpretar jazz y reggae ha desarrollado un profundo sentimiento por los ritmos colombianos.
La bajista y compositora suiza Nathalie Gampert, quien lleva viviendo en nuestro país más de 14 años, se considera toda una colombiana que por medio de su música capta la belleza de los ritmos nacionales, en especial los de la costa caribeña.
Esta artista no sólo ha trabajado de modo independiente como intérprete y compositora de música folclórica, sino que también ha compartido su quehacer con figuras como Alejandro Martínez, Cabas, Adriana Botina, entre otras.
EL NUEVO SIGLO: ¿Hace cuánto y cómo llegó a Colombia?
NATHALIE GAMPERT: Llegué hace 20 años atraída más que todo por la música y una vez que estuve aquí me encantó el país, la gente y me identifiqué bastante con la cultura y el modo de vivir.
E.N.S: ¿Cómo comenzó su carrera musical en el país?
N.G: Comencé tocando reggae con grupos musicales como Lenmaja, que era un grupo de salsa femenino y que aún existe y se llama actualmente Cañabrava. Luego inicié un grupo que se llamó Reggae la Leche.
Después de viajar a los Estados Unidos para aprender más sobre instrumentos y estudiar música me enamoré del bajo. Viajé por Europa y varios países siempre tocando, pero con una enorme nostalgia de este país, por lo que regresé hace trece años. Al regresar me reencontré con mis amigos y conocidos, por lo que empecé a tocar de nuevo y aún continúo haciéndolo por amor a la música.
E.N.S: ¿Cómo ha sido su trayectoria profesional?
N.G: Como te venía diciendo, después de regresar al país toqué con personas como los hermanos Sandoval y un grupo llamado Fonopsis que era un grupo de jazz fusión; alternamente tenía mi grupo de reggae, así comencé a conectarme con el medio musical del país. También trabajé con Colcultura musicalizando los programas de televisión y los documentales de la entidad. Ya en el ámbito comercial he tocado con Alejandro Martínez, Amparo Sandino, Mario Duarte, La Derecha, Cabas durante mucho tiempo y ahora estoy acompañando a Adriana Botina en su próximo disco y alternamente trabajo en mi proyecto de Bajos Distintos.
E.N.S: ¿Por qué en su más reciente disco decide tocar jazz después de haber interpretado tantos y tan diversos géneros?
N.G: porque el jazz da mucha libertad, uno aprende mucho armónicamente, la teoría y la técnica le exigen a uno mucho como artista. Es un género que mezcla todos los géneros y técnicas musicales y aunque me encanta la salsa, el reggae y los ritmos tropicales, al escoger y enamorarme del bajo, me di cuenta que el mejor escenario para él era el jazz.
E.N.S: En Colombia hay muchos grupos de jazz de diferentes fusiones, especialmente en Bogotá, ¿cómo ha sido la experiencia de competir con estos grupos en una escena tan reducida como es la del jazz?
N.G: Yo no lo veo como una competencia, pues lo más importante es hacer primero lo que a uno le gusta, este gusto me lo di en este disco donde mezcle el funky, el jazz, los ritmos de la música tropical colombiana y, bueno, pues efectivamente hay muchos grupos que realizan este tipo de fusión.
Lo que sí es difícil es que hay muy pocos lugares donde tocar fuera de los conciertos y conversatorios organizados por el Distrito, pues yo creo que todos los que amamos el jazz estaríamos sin escenarios para expresarnos por medio de nuestra música. Aunque últimamente nos han abierto las puertas en bares y poco a poco se han ido abriendo las plazas, soy positiva en la idea que cada vez más vamos a tener más lugares donde tocar y así mismo mucho más publico.
E.N.S: En el país hay muchos jóvenes interesados en hacer música, con base en su experiencia ¿qué les puede aconsejar?
N.G: Que hagan lo que les gusta, que se expresen por medio de los instrumentos, que se sientan más cómodos, pues no siempre todo es virtuosismo ni tocar mil notas por segundo, siempre hay que pensar en la parte musical, dejar de lado la parte show, porque aunque todo es un proceso, lo mejor es siempre tener los pies bien puestos en la tierra.
E.N.S.: Con la inminente firma del TLC, ¿cómo cree que el escenario musical se verá afectado con este tratado?
N.G: No se si vaya a afectar o no, depende de como se vaya a manejar pues aunque siempre nos manejamos bajo el nivel underground, creo que seguiremos trabajando como hasta ahora dándole música a los que la quieren, y aunque nosotros trabajamos por amor al arte, siempre nos han explotado, y eso es muy duro pues es muy complicado luchar contra un precio, un estatus y unas condiciones ya que la gente sabe que uno va a tocar porque si no uno se apaga, lo que hay que hacer es mantenerse siempre firme y mantener posiciones al respecto.
E.N.S: ¿Cómo afecta la piratería a un músico?
N.G: Depende, pues los artistas que tienen disqueras les puede afectar económicamente porque las disqueras son las que dejan que ganar, ya que tienen el mayor porcentaje de lo que gana el artista. Si esto no existiera, por lo tanto recibiría más dinero, pero también es mucho lo que tiene que pagar un artista para que le dejen sacar su música y su trabajo.
En mi caso, no me afecta pues no creo que lo hagan con el mío ya que muy poca gente la conoce, claro que uno puede bajar cosas de Internet pero no es lo mismo ya que no es chévere tener el arte físico de los discos, la cartilla las letras eso es lo que vale la pena de adquirir un disco.
Especial para EL NUEVO SIGLO
TALENTO. Nathalie Gampert es una suiza que se hizo colombiana de corazón, y una bajista excepcional que además de interpretar jazz y reggae ha desarrollado un profundo sentimiento por los ritmos colombianos.
La bajista y compositora suiza Nathalie Gampert, quien lleva viviendo en nuestro país más de 14 años, se considera toda una colombiana que por medio de su música capta la belleza de los ritmos nacionales, en especial los de la costa caribeña.
Esta artista no sólo ha trabajado de modo independiente como intérprete y compositora de música folclórica, sino que también ha compartido su quehacer con figuras como Alejandro Martínez, Cabas, Adriana Botina, entre otras.
EL NUEVO SIGLO: ¿Hace cuánto y cómo llegó a Colombia?
NATHALIE GAMPERT: Llegué hace 20 años atraída más que todo por la música y una vez que estuve aquí me encantó el país, la gente y me identifiqué bastante con la cultura y el modo de vivir.
E.N.S: ¿Cómo comenzó su carrera musical en el país?
N.G: Comencé tocando reggae con grupos musicales como Lenmaja, que era un grupo de salsa femenino y que aún existe y se llama actualmente Cañabrava. Luego inicié un grupo que se llamó Reggae la Leche.
Después de viajar a los Estados Unidos para aprender más sobre instrumentos y estudiar música me enamoré del bajo. Viajé por Europa y varios países siempre tocando, pero con una enorme nostalgia de este país, por lo que regresé hace trece años. Al regresar me reencontré con mis amigos y conocidos, por lo que empecé a tocar de nuevo y aún continúo haciéndolo por amor a la música.
E.N.S: ¿Cómo ha sido su trayectoria profesional?
N.G: Como te venía diciendo, después de regresar al país toqué con personas como los hermanos Sandoval y un grupo llamado Fonopsis que era un grupo de jazz fusión; alternamente tenía mi grupo de reggae, así comencé a conectarme con el medio musical del país. También trabajé con Colcultura musicalizando los programas de televisión y los documentales de la entidad. Ya en el ámbito comercial he tocado con Alejandro Martínez, Amparo Sandino, Mario Duarte, La Derecha, Cabas durante mucho tiempo y ahora estoy acompañando a Adriana Botina en su próximo disco y alternamente trabajo en mi proyecto de Bajos Distintos.
E.N.S: ¿Por qué en su más reciente disco decide tocar jazz después de haber interpretado tantos y tan diversos géneros?
N.G: porque el jazz da mucha libertad, uno aprende mucho armónicamente, la teoría y la técnica le exigen a uno mucho como artista. Es un género que mezcla todos los géneros y técnicas musicales y aunque me encanta la salsa, el reggae y los ritmos tropicales, al escoger y enamorarme del bajo, me di cuenta que el mejor escenario para él era el jazz.
E.N.S: En Colombia hay muchos grupos de jazz de diferentes fusiones, especialmente en Bogotá, ¿cómo ha sido la experiencia de competir con estos grupos en una escena tan reducida como es la del jazz?
N.G: Yo no lo veo como una competencia, pues lo más importante es hacer primero lo que a uno le gusta, este gusto me lo di en este disco donde mezcle el funky, el jazz, los ritmos de la música tropical colombiana y, bueno, pues efectivamente hay muchos grupos que realizan este tipo de fusión.
Lo que sí es difícil es que hay muy pocos lugares donde tocar fuera de los conciertos y conversatorios organizados por el Distrito, pues yo creo que todos los que amamos el jazz estaríamos sin escenarios para expresarnos por medio de nuestra música. Aunque últimamente nos han abierto las puertas en bares y poco a poco se han ido abriendo las plazas, soy positiva en la idea que cada vez más vamos a tener más lugares donde tocar y así mismo mucho más publico.
E.N.S: En el país hay muchos jóvenes interesados en hacer música, con base en su experiencia ¿qué les puede aconsejar?
N.G: Que hagan lo que les gusta, que se expresen por medio de los instrumentos, que se sientan más cómodos, pues no siempre todo es virtuosismo ni tocar mil notas por segundo, siempre hay que pensar en la parte musical, dejar de lado la parte show, porque aunque todo es un proceso, lo mejor es siempre tener los pies bien puestos en la tierra.
E.N.S.: Con la inminente firma del TLC, ¿cómo cree que el escenario musical se verá afectado con este tratado?
N.G: No se si vaya a afectar o no, depende de como se vaya a manejar pues aunque siempre nos manejamos bajo el nivel underground, creo que seguiremos trabajando como hasta ahora dándole música a los que la quieren, y aunque nosotros trabajamos por amor al arte, siempre nos han explotado, y eso es muy duro pues es muy complicado luchar contra un precio, un estatus y unas condiciones ya que la gente sabe que uno va a tocar porque si no uno se apaga, lo que hay que hacer es mantenerse siempre firme y mantener posiciones al respecto.
E.N.S: ¿Cómo afecta la piratería a un músico?
N.G: Depende, pues los artistas que tienen disqueras les puede afectar económicamente porque las disqueras son las que dejan que ganar, ya que tienen el mayor porcentaje de lo que gana el artista. Si esto no existiera, por lo tanto recibiría más dinero, pero también es mucho lo que tiene que pagar un artista para que le dejen sacar su música y su trabajo.
En mi caso, no me afecta pues no creo que lo hagan con el mío ya que muy poca gente la conoce, claro que uno puede bajar cosas de Internet pero no es lo mismo ya que no es chévere tener el arte físico de los discos, la cartilla las letras eso es lo que vale la pena de adquirir un disco.