HOMENAJE AL ELEMENTO BASE DEL DESARROLLO DE LA HUMANIDAD El papel, la piedra 'rosetta' del arte grafico
Las bondades del papiro han sido alabadas desde el comienzo de los tiempos. Por esta razón, un grupo de artistas se reúnen para rendir culto a este material
LA Galería El Museo acaba de inaugurar la exposición colectiva “Lenguajes de Papel”, que reúne artistas nacionales y extranjeros que utilizan el papel como vehículo de expresión, convirtiéndolo en protagonista de su obra.
Se puede afirmar que el primer acercamiento al arte ha sido a través del papel; éste siempre ha sido el soporte más íntimo y cercano a la creación, sobre el que los artistas han aprendido a dibujar y le han dado rienda suelta a su imaginación. El papel les ha permitido infinidad de innovaciones y les ha posibilitado el acceso a mundos aún no definidos ni formulados.
Por su especial consistencia y versatilidad, el papel permite llegar a la máxima libertad, expresividad y espontaneidad posibles, pero al mismo tiempo es uno de los medios más exigentes en cuanto a la concentración y precisión que demanda al artista para lograr la ligereza, el orden, la armonía y la perfección en la definición de sus visiones. El papel no posibilita las correcciones, por lo que cada obra realizada sobre este soporte no sólo representa el resultado final de una idea, sino que además, permite entrever las huellas de los propios procesos creativos.
Con esta exposición se pretende rendir un homenaje al papel como vehículo fundamental del arte, como forma primaria en la condensación de una creación y como principio de la carrera artística, teniendo en cuenta que sobre este soporte se han creado desde los primeros bocetos del artista hasta obras terminadas. La instalación presenta una mirada actual a la más clásica de creación artística que, a través de diversos lenguajes, busca rescatar este material como medio fundamental de expresión y no como una simple herramienta de trabajo.
El ciclo cuenta con la participación de un selecto grupo de artistas que comienza con las obras de Lorenzo Jaramillo, y continúa con artistas iberoamericanos mucho más jóvenes que han logrado dominar el papel y hacerlo una pieza fundamental dentro de sus creaciones.
En palabras del artista Gonzalo García, quien participa dentro de la exposición “Pump Me Up”, su aporte a la exposición es una reflexión acerca de la tecnología “Mi obra reflexiona sobre la influencia de las TIC’S en la vida cotidiana, específicamente en el plano psicológico, explorando y desarrollando un trabajo que concibe los artefactos y herramientas que nacen día a día como mecanismos de empoderamiento personal y como metáforas de la incertidumbre de identidad del hombre actual. Pump Me Up aborda el tema de la presencia casi omnipresente de lo tecnológico a través de la sexualidad y el papel que desempeñan los dispositivos tecnológicos como ‘protagonistas’ de nuestras propias vidas”.
Por su parte el artista Esteban Peña opina que “la importancia de las artes visuales el punto es el elemento mínimo. La línea está hecha de puntos; todas las formas, tanto las simples como los volúmenes complejos, se componen de puntos. Lo que no podemos ver en detalle por su tamaño reducido aparece ante nosotros como un punto. El punto geométrico no tiene dimensión ni escala. Cuando hacemos que sea visible como mancha concéntrica señala una posición en el espacio. Si se desplaza describe el curso de una línea, pero es en esencia un punto. La línea puede describir un desplazamiento en el tiempo; el punto, por su forma, niega el movimiento”.
Por otro lado el artista Gustavo Villa, autor de la obra llamada “El breve espacio”, explica que su intención con este ejercicio es la de entregarse conscientemente a no actuar y así permitir que fluya la inspiración por medio del dibujo, “como una especie de legado del tiempo usado, cargando en todo momento dentro de mi bolsillo lápiz y papel, y mediante esa operación de entrega y captura, dejar la huella no sólo del momento si no de todas las cosas que constituyen un dibujo, como el gesto del medio ambiente con sus temperaturas o humedades, las condiciones de luz, los estados de ánimo”.
Así mismo el artista indicó que le interesa señalar la noción del pliegue o sutura de los planos del tiempo, mediante la composición resultante en el espacio, en una superficie llena de elongaciones. “Esto me hace pensar en el Origami, tal vez el dibujo más silencioso que hay, un acordeón, o una cartografía”.
LA Galería El Museo acaba de inaugurar la exposición colectiva “Lenguajes de Papel”, que reúne artistas nacionales y extranjeros que utilizan el papel como vehículo de expresión, convirtiéndolo en protagonista de su obra.
Se puede afirmar que el primer acercamiento al arte ha sido a través del papel; éste siempre ha sido el soporte más íntimo y cercano a la creación, sobre el que los artistas han aprendido a dibujar y le han dado rienda suelta a su imaginación. El papel les ha permitido infinidad de innovaciones y les ha posibilitado el acceso a mundos aún no definidos ni formulados.
Por su especial consistencia y versatilidad, el papel permite llegar a la máxima libertad, expresividad y espontaneidad posibles, pero al mismo tiempo es uno de los medios más exigentes en cuanto a la concentración y precisión que demanda al artista para lograr la ligereza, el orden, la armonía y la perfección en la definición de sus visiones. El papel no posibilita las correcciones, por lo que cada obra realizada sobre este soporte no sólo representa el resultado final de una idea, sino que además, permite entrever las huellas de los propios procesos creativos.
Con esta exposición se pretende rendir un homenaje al papel como vehículo fundamental del arte, como forma primaria en la condensación de una creación y como principio de la carrera artística, teniendo en cuenta que sobre este soporte se han creado desde los primeros bocetos del artista hasta obras terminadas. La instalación presenta una mirada actual a la más clásica de creación artística que, a través de diversos lenguajes, busca rescatar este material como medio fundamental de expresión y no como una simple herramienta de trabajo.
El ciclo cuenta con la participación de un selecto grupo de artistas que comienza con las obras de Lorenzo Jaramillo, y continúa con artistas iberoamericanos mucho más jóvenes que han logrado dominar el papel y hacerlo una pieza fundamental dentro de sus creaciones.
En palabras del artista Gonzalo García, quien participa dentro de la exposición “Pump Me Up”, su aporte a la exposición es una reflexión acerca de la tecnología “Mi obra reflexiona sobre la influencia de las TIC’S en la vida cotidiana, específicamente en el plano psicológico, explorando y desarrollando un trabajo que concibe los artefactos y herramientas que nacen día a día como mecanismos de empoderamiento personal y como metáforas de la incertidumbre de identidad del hombre actual. Pump Me Up aborda el tema de la presencia casi omnipresente de lo tecnológico a través de la sexualidad y el papel que desempeñan los dispositivos tecnológicos como ‘protagonistas’ de nuestras propias vidas”.
Por su parte el artista Esteban Peña opina que “la importancia de las artes visuales el punto es el elemento mínimo. La línea está hecha de puntos; todas las formas, tanto las simples como los volúmenes complejos, se componen de puntos. Lo que no podemos ver en detalle por su tamaño reducido aparece ante nosotros como un punto. El punto geométrico no tiene dimensión ni escala. Cuando hacemos que sea visible como mancha concéntrica señala una posición en el espacio. Si se desplaza describe el curso de una línea, pero es en esencia un punto. La línea puede describir un desplazamiento en el tiempo; el punto, por su forma, niega el movimiento”.
Por otro lado el artista Gustavo Villa, autor de la obra llamada “El breve espacio”, explica que su intención con este ejercicio es la de entregarse conscientemente a no actuar y así permitir que fluya la inspiración por medio del dibujo, “como una especie de legado del tiempo usado, cargando en todo momento dentro de mi bolsillo lápiz y papel, y mediante esa operación de entrega y captura, dejar la huella no sólo del momento si no de todas las cosas que constituyen un dibujo, como el gesto del medio ambiente con sus temperaturas o humedades, las condiciones de luz, los estados de ánimo”.
Así mismo el artista indicó que le interesa señalar la noción del pliegue o sutura de los planos del tiempo, mediante la composición resultante en el espacio, en una superficie llena de elongaciones. “Esto me hace pensar en el Origami, tal vez el dibujo más silencioso que hay, un acordeón, o una cartografía”.