UNA MIRADA A LA CARICATURA Homenaje mundial a libertad de expresión
Exposición estará abierta hasta el 12 de este mes en el Museo de Arte Moderno de Bogotá.
LA exposición de caricaturas Liberté d'opinion es una muestra de más de 30 ilustradores, quienes a través de sus dibujos, develan el conflicto entre la libertad de expresión y diversos dogmas universales.
A lo largo de la historia, las ilustraciones se han convertido en una herramienta formidable a favor de la tolerancia y la comprensión entre los hombres, por ser un medio que permite una comunicación inmediata con el emisor, sobrepasando las barreras idiomáticas.
La instalación muestra las creaciones gráficas de los dibujantes más destacados del mundo. En la primera parte de la exposición se pueden apreciar algunas reproducciones realizadas por miembros de Cartooning for Peace, asociación conformada por creativos que han sido censurados o amenazados.
Esta Asociación es liderada por el caricaturista del diario francés Le Monde, Jean Pantúreux “Plantú”.
Entre las creaciones que se exponen en la instalación se destacan sus dibujos, al igual que los de su compatriota Tignous. También los de Kichka (Israel), Kroll (Bélgica), Ana Von Rebeur (Argentina) y las del colombiano Vladdo. Cada uno de los trabajos de los artistas explora los espacios y los límites de reflexión y humor que genera la caricatura.
El dibujante de prensa debe ser astuto para que su mensaje llegue, resistiendo la censura oficial, las presiones económicas, y a veces incluso la autocensura, artificio que es utilizado para controlar la diversidad de opinión y pensamiento de la humanidad.
Y aunque se piensa que en los países democráticos se goza de una amplia libertad de expresión, pareciera que ello no es así, o al menos eso se desprende de las declaraciones de muchos de los caricaturistas quienes ponen límites a su trabajo, o autocensura, ante el temor de ser despedidos o demandados.
Un caso claro de esto ocurrió el 19 de enero del año 2005 en donde el dibujante austríaco Gerhard Haderer fue condenado como rebelde ausente a seis meses de cárcel por un tribunal griego, por haber representado a Jesús como un hippie fumador de cannabis.
En los gobiernos que tienen poco respeto por la libertad de expresión, los dibujantes son generalmente sancionados cuando violan tabúes o prohibiciones. En Marruecos y en Jordania, no se permite dibujar o evocar al rey ni tampoco a sus allegados. Del mismo modo en los países musulmanes está prohibido representar la figura de Mahoma. En septiembre del 2005, doce caricaturas del profeta del Islam fueron publicadas en el diario danés Jyllands-Posten. Cinco meses más tarde sus autores fueron condenados a muerte por la fatwa (pronunciamiento legal en Islam) de un tribunal de ese país. Uno de ellos, Kurt Westergaard, ha sido víctima de un segundo intento de asesinato el 2 de enero de este año.
Esta situación llevó al entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, a tomar la iniciativa de proponer una reflexión sobre la libertad y la responsabilidad de los dibujantes. De esta reflexión nació Cartooning for Peace, dibujantes por la paz, en donde una de sus misiones es defender y sostener la libertad de opinión de los dibujantes de todo el mundo, sean ellos cristianos, judíos, musulmanes, ateos o agnósticos.
Los visitantes a la exposición del MamBo podrán dialogar con algunos de los participantes de la instalación en los conversatorios organizados en el marco de la misma con Daryl Cagle de Estados Unidos y algunos caricaturistas de la zona andina como Rayma de Venezuela, Bonil de Ecuador y Alfredo Marcos del Perú. Los dibujos ofrecen distintas miradas sobre la construcción de paz, la guerra y el secuestro.
LA exposición de caricaturas Liberté d'opinion es una muestra de más de 30 ilustradores, quienes a través de sus dibujos, develan el conflicto entre la libertad de expresión y diversos dogmas universales.
A lo largo de la historia, las ilustraciones se han convertido en una herramienta formidable a favor de la tolerancia y la comprensión entre los hombres, por ser un medio que permite una comunicación inmediata con el emisor, sobrepasando las barreras idiomáticas.
La instalación muestra las creaciones gráficas de los dibujantes más destacados del mundo. En la primera parte de la exposición se pueden apreciar algunas reproducciones realizadas por miembros de Cartooning for Peace, asociación conformada por creativos que han sido censurados o amenazados.
Esta Asociación es liderada por el caricaturista del diario francés Le Monde, Jean Pantúreux “Plantú”.
Entre las creaciones que se exponen en la instalación se destacan sus dibujos, al igual que los de su compatriota Tignous. También los de Kichka (Israel), Kroll (Bélgica), Ana Von Rebeur (Argentina) y las del colombiano Vladdo. Cada uno de los trabajos de los artistas explora los espacios y los límites de reflexión y humor que genera la caricatura.
El dibujante de prensa debe ser astuto para que su mensaje llegue, resistiendo la censura oficial, las presiones económicas, y a veces incluso la autocensura, artificio que es utilizado para controlar la diversidad de opinión y pensamiento de la humanidad.
Y aunque se piensa que en los países democráticos se goza de una amplia libertad de expresión, pareciera que ello no es así, o al menos eso se desprende de las declaraciones de muchos de los caricaturistas quienes ponen límites a su trabajo, o autocensura, ante el temor de ser despedidos o demandados.
Un caso claro de esto ocurrió el 19 de enero del año 2005 en donde el dibujante austríaco Gerhard Haderer fue condenado como rebelde ausente a seis meses de cárcel por un tribunal griego, por haber representado a Jesús como un hippie fumador de cannabis.
En los gobiernos que tienen poco respeto por la libertad de expresión, los dibujantes son generalmente sancionados cuando violan tabúes o prohibiciones. En Marruecos y en Jordania, no se permite dibujar o evocar al rey ni tampoco a sus allegados. Del mismo modo en los países musulmanes está prohibido representar la figura de Mahoma. En septiembre del 2005, doce caricaturas del profeta del Islam fueron publicadas en el diario danés Jyllands-Posten. Cinco meses más tarde sus autores fueron condenados a muerte por la fatwa (pronunciamiento legal en Islam) de un tribunal de ese país. Uno de ellos, Kurt Westergaard, ha sido víctima de un segundo intento de asesinato el 2 de enero de este año.
Esta situación llevó al entonces secretario general de la ONU, Kofi Annan, a tomar la iniciativa de proponer una reflexión sobre la libertad y la responsabilidad de los dibujantes. De esta reflexión nació Cartooning for Peace, dibujantes por la paz, en donde una de sus misiones es defender y sostener la libertad de opinión de los dibujantes de todo el mundo, sean ellos cristianos, judíos, musulmanes, ateos o agnósticos.
Los visitantes a la exposición del MamBo podrán dialogar con algunos de los participantes de la instalación en los conversatorios organizados en el marco de la misma con Daryl Cagle de Estados Unidos y algunos caricaturistas de la zona andina como Rayma de Venezuela, Bonil de Ecuador y Alfredo Marcos del Perú. Los dibujos ofrecen distintas miradas sobre la construcción de paz, la guerra y el secuestro.